Recolección de desechos: Reúna desechos orgánicos, incluidos restos de comida, recortes de plantas y estiércol animal. Es importante señalar que los residuos orgánicos deben ser sustancias naturales libres de contaminantes tóxicos o químicos.

Amontonamiento: Amontonar los residuos orgánicos. Durante el apilamiento, es esencial controlar la humedad, la ventilación y la temperatura para proporcionar condiciones ambientales favorables para la descomposición microbiana.

Volteado: Voltee periódicamente la pila de compost para promover la aireación y la mezcla, proporcionando mejores condiciones de descomposición. Esto ayuda a acelerar la descomposición de la materia orgánica.

Descomposición: Durante el proceso de apilamiento y volteo, microorganismos como bacterias y hongos descomponen los desechos orgánicos. Consumen la materia orgánica y la convierten en sustancias ricas en nutrientes que pueden ser absorbidas por las plantas.

Maduración: Después de un período de descomposición, los residuos orgánicos se transforman gradualmente en materia orgánica estable. Cuando el abono tiene un color marrón oscuro, parecido a la tierra y sin olor perceptible, se considera maduro.